El día de ayer tuve la oportunidad de ver Hector and the search for happiness, es de ese tipo de películas que no sólo entretienen, sino también que te dejan pensando. Mientras la veía tuve que contener en varias ocasiones las lagrimas, no porque fuera una escena triste o al personaje le estuviera pasando algo trágico (que sí hay de estas situaciones), si no porque la película invita a la auto-reflexión, y durante toda la película no dejé de pensar.
Tengo que admitir que mis expectativas con respecto a esta película estaban algo mezcladas, alguien especial (no, no es ningún número) me la había recomendado, pero no quería entusiasmarme por verla por si esta personaba se equivocaba y no me gustaba... Creo que está de más decir que no se equivocó, como en tantas otras ocasiones, con respecto a las recomendaciones que me da, hasta la fecha nunca se ha equivocado con ninguna. En fin, terminado de ver la película me puse a platicar con esta persona, a la que a partir de ahora le llamaremos A, le contaba lo mucho que me había gustado esa película y él me contestaba que sabía que me iba a gustar tanto como a él, comentamos la película un rato hasta que finalmente llegamos a la pregunta obligada:
¿Eres feliz?
Una pregunta difícil, que no debería de serlo. Debo de reconocerle a A que cuando se lo pregunté, él fue directo y me dijo que no; sin embargo, cuando me tocó el turno de responderla me la vi complicada, no quería contestar que no por temor a menospreciar todas las cosas que tengo, pero tampoco podía decir que sí porque sigo sin sentirme al 100.
En la película, Hector conoce a diferentes personajes que le enseñan lo que la felicidad es para ellos, entre esos personajes conoce a un monje budista que vive en las montañas de China. Hector le pregunta cómo es que se considera feliz después de todo lo que le ha pasado en su vida, a lo que el monje le contesta que es por todo lo que le ha pasado que él se considera feliz. La felicidad es cuestión de perspectivas. En La Hora de la Estrella de Clarice Lispector se ve a una muchacha miserable y mediocre, que a pesar de lo que vive, es feliz porque no conoce nada más aparte de su realidad. En la película, durante uno de sus viajes, Hector hace la reflexión de que pareciera que entre más cosas tiene el ser humano, más infeliz es.
En este punto, me di cuenta que más que tratarse de alcanzar la felicidad como una meta, se trata de las cosas que me hacen feliz en el camino, esos pequeños detalles que en mi día a día me hacen sentir bien. Ser feliz no es una tarea fácil, y nadie dijo que lo fuera, pero sin duda, intentarlo es algo que vale la pena.
Y ustedes, ¿se consideran felices?