Sé que he tenido esto algo abandonado, y no es que no tuviera sobre qué escribir, lo que pasa es que en realidad, este último mes han pasado tantas cosas que no sé exactamente sobre qué escribir. He estado en una montaña rusa con muchas subidas y bajadas. Incluso ahora que siento que tengo un poco más de estabilidad emocional, estoy prácticamente segura que en cualquier momento habrá otra subida, o bajada.
Este último mes ha sido todo muy caótico, me he desgarrado el alma para descubrirme, y he tenido que escuchar de otras personas cómo he metido la pata enorme cantidad de veces sin haberme dado cuenta antes, me he distanciado de amigos que lo son todo para mí, y he fortalecido lazos con otras personas a quienes antes no frecuentaba tanto. Ha sido un mes muy emocional, y no porque mis emociones estén a flor de piel, más bien porque he aprendido a identificar y manejar mejor mis emociones. La verdad y lo bueno es que ya no estoy en un estado de desgana permanente, ya no estoy deprimida.
He llegado a una etapa importante de mi vida. Hace cuatro años, por estas mismas fechas, estaba terminando otra etapa importante de mi vida y esperaba ansiosa por lo que seguía, otros cuatro años de clases y tareas. El 29 de mayo terminé con todo eso. Terminé con años de rutina, años de alarmas a las 5:30 o 7:30 (dependiendo del horario) para alistarme, años de estar sentada en un banco, años de mirar un pizarrón, terminé con años de clases y tareas (por lo menos hasta nuevo aviso). Me abruma y me asusta haber llegado a este momento. Sé que aún me falta mucho (trámite) por delante (pensar en la titulación me mata) pero me entusiasma (a la vez que me asusta) lo que puede seguir. Ya no tengo cada detalle de mi vida planeado. Voy un paso importante a la vez. En estos casi cuatro años comprendí que las cosas no salen para nada como las planeas. Fueron casi cuatro años de experiencias que ¡Dios mío! vaya que me hicieron madurar, a veces por las buenas, otras muchas por las malas. Fueron años de alegrías, de tristezas, de dramas, de amistades, de rupturas, de separaciones, de teorías, de metodología, y sobretodo, de descubrimientos. Fue una etapa importante. Se terminó.
A lo que sigue.
¿Y qué es lo que sigue? Mi respuesta inmediata: una tesina y dos viajes que debo de hacer. El primer viaje para cumplir un trámite más, el segundo por mí. Después.... No lo sé.
(Me disculpo por una entrada tan pequeña, esperaba poder escribir más ¡quería escribir más! Pero de haber escrito más, hubiera hecho una maraña de pensamientos que no tendrían sentido alguno. Trataré de escribir más seguido porque aún tengo muchas cosas que decir, sólo que en ésta ocasión, no necesité de muchas palabras).
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